Las organizaciones meso se crean para promover el desarrollo económico y mejorar la competitividad de una región al dar respuesta a una variedad de fallas de mercado y de desempeño permanentes y transitorias a nivel micro. Si bien estas organizaciones son el resultado de políticas meso diseñadas con un objetivo específico, su éxito, para ser efectivo, depende asimismo de otras acciones en materia de políticas. Si bien es posible que las organizaciones meso quizá contribuyan a que las empresas identifiquen más fácilmente modos de enriquecer su tecnología o sus conocimientos, existe todo un abanico de otros rasgos interconectados del sistema económico en su conjunto que determinan el clima de inversión y a través de él las condiciones marco de los esfuerzos de mejora a nivel de las empresas.

Cuatro dimensiones para mejorar el desempeño de las organizaciones meso:

Nuestra experiencia en el apoyo brindado a la dirección de las organizaciones meso muestra que existen cuatro dimensiones que es preciso evaluar para identificar las oportunidades de adaptar o mejorar la influencia que ejercen esas organizaciones sobre la competitividad sistémica del sistema económico en su conjunto.

La primera dimensión se refiere a la oferta de los servicios de la organización y el eje en el que están centrados. Es frecuente que esta dimensión quede bajo el dominio del “empuje desde la oferta”, ya que los mercados de desempeño insuficiente rara vez demandan el tipo de servicios que permite a las empresas mejorar su nivel. 

La segunda dimensión es la capacidad de respuesta de la organización meso frente al “arrastre desde la demanda” generada en el nivel micro o, en otras palabras, lo bien que responde la organización meso a los cambios y variaciones en la demanda de las empresas. 

Una tercera dimensión examina la adaptabilidad del equipo de gestión de la organización meso y el modo en que administra los recursos de que dispone. 

La cuarta dimensión se refiere a la configuración institucional y el gobierno de la organización meso, el grado de transparencia de su gestión y si las industrias que atiende pueden o no realizar aportes a su estrategia, sus decisiones de inversión y su desempeño. 

Según nuestra experiencia, es posible ayudar al equipo de dirección de una organización meso a embarcarse en un viaje de descubrimiento en busca de formas de mejorar su oferta de servicios, centrándose tanto en el sistema que rodea a la organización como en su estructura y su desempeño interno. Esto puede lograrse, por ejemplo, ayudando a la organización a evaluar su mercado objetivo y a salir en busca de los innovadores, “campeones” y compradores más sofisticados del sistema. El enfoque interno consiste por lo general en ayudar al equipo de dirección a mejorar la cultura de aprendizaje dentro de la organización meso y a identificar oportunidades de mejoras. Instrumentos tales como la planificación de escenarios resultan útiles, ya que ayudan a la organización a equilibrar los objetivos de más corto y más largo plazo, así como las demandas que compiten por las inversiones, la contratación de personal y la asignación de recursos.

En última instancia, lograr el cambio y la adaptación en una organización meso solo es posible si la dirección y la red más amplia de actores tienen verdadero interés y la intención real de mejorar el papel de la organización dentro de una red más amplia.

Lea el Artículo 4, nuestro producto de investigación de Reflexión anual para obtener más detalles sobre las cuatro dimensiones.